EASDO / La escuela: Historia

Historia

La artesanía y la revolución industrial. La producción de objetos durante siglos y siglos ha estado en manos de los artesanos. A partir de la revolución industrial, el proceso comienza a cambiar; había que producir rápido, y la máquina, la división del trabajo y la producción en cadena fueron la respuesta a las nuevas necesidades; en un principio tratando de imitar las formas artesanales hasta que el racionalismo y el funcionalismo sentaron las bases de un diseño que debía responder a las expectativas del progreso, de un mundo mejor y de un universo de objetos bellos y útiles al alcance de todo el mundo; y se generó la época dorada del diseño, a principios del s. XX, y se organizó una profesión que fue adquiriendo una gran responsabilidad frente a la cultura, el progreso y la sociedad que aún perdura.

Hoy es un hecho aceptado por todos y parece indiscutible que el diseño, en el contexto de un mundo saturado de avances tecnológicos, se ha convertido en una de las características fundamentales a la hora de entender la época que nos ha tocado vivir. El diseño, en el arte y la comunicación y hasta en el ocio y la economía, es una de las disciplinas técnicas y creativas que mejor nos permiten acceder a las claves simbólicas y al imaginario de la sociedad actual. Aunque muchas veces podamos tener la sensación de que sólo existe lo estéticamente bello o lo técnicamente útil, el diseño como medio de expresión está muy ligado al mundo artístico y también ofrece lecturas críticas de la realidad y nos permite atisbar otros mundos. Convivimos con multitud de objetos y elementos que, tras haber pasado por las manos de un profesional del diseño, aportan comprensión, orden y eficacia y, en muchas ocasiones también belleza a nuestra existencia. Quizás nuestra visión mecanizada y casi siempre apresurada, nos impida reparar en ello, pero lo cierto es que el diseño forma parte de nuestra vida cotidiana, hace más habitables los lugares y más cercanos los objetos y más comprensibles los mensajes que nos rodean. Mucho tenemos que agradecer a quienes hacen del diseño su profesión y se esfuerzan con su trabajo en mejorar nuestra calidad de vida, tanto individual como colectiva.

En los últimos años la Vega Baja, y muy particularmente Orihuela, ha experimentado un espectacular cambio en el panorama social, económico y cultural. Así, por ejemplo, el sector empresarial ha visto desarrollada su presencia en esta zona con la creación de numerosas y variadas industrias, empresas de servicios, inmobiliarias, etc; el ámbito de la cultura ha visto colmadas parte de sus aspiraciones con la incorporación de nuevos estudios universitarios a su oferta educativa y, por otra parte, la sensibilización social hacia la problemática del patrimonio cultural ha llevado a la puesta en marcha de planes para la recuperación de nuestro legado histórico. Todo ello, unido a las exigencias de una sociedad en la que se perfila un horizonte marcado por la expansión de las nuevas tecnologías y el planteamiento de nuevos retos a todos los niveles, está demandando al sector educativo una mayor cualificación de sus titulados y la formación de nuevos profesionales capaces de responder a los desafíos que este panorama plantea.

La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Orihuela no es ajena a esta situación. El año 1992 inició un proceso de adaptación de sus planes de estudios a la nueva realidad dibujada por la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).

La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Orihuela es un centro dedicado a la formación de estos profesionales que deben saber analizar, investigar y determinar las propiedades y cualidades físicas, así como los valores simbólicos y comunicativos que han de caracterizar sus producciones, definiendo la forma, la configuración, la calidad, el funcionamiento, el valor y la significación estética y social de las mismas. El reto lo imponen tanto la alta saturación del mercado como la de los medios de comunicación. Esta masificación necesita de un mayor impulso de la creatividad sin perder la eficacia de la funcionalidad, de modo que la formación en las artes, en la ciencia, en la técnica y en el uso adecuado de las tecnologías garantice la permanencia y la flexible adecuación de estos estudios a las necesidades y demandas sociales. Pero además, la formación del futuro diseñador no debe ceñirse a los conocimientos adquiridos en la institución académica, y si bien es cierto que es allí donde comienza su aprendizaje, es innegable que debe prolongarlo a lo largo de toda su vida por ser el diseño tan complejo y dinámico, por lo que es muy importante que desarrolle cierta capacidad de autoaprendizaje.

La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Orihuela, consciente del importante papel que debe desempeñar en la resolución de las demandas de nuevos profesionales antes señaladas, apostó decididamente por la incorporación a sus enseñanzas de los Estudios Superiores de Conservación y Restauración y a los Estudios Superiores de Diseño en el curso 2000 – 2001. Estos estudios superiores de diseño han supuesto para Orihuela y su entorno una respuesta a una necesidad de profesionales del diseño altamente cualificados demandados desde el ámbito empresarial.

En los más de treinta años de andadura como centro de enseñanza hemos formado a más de 250 titulados en diseño de interiores, 80 en diseño de moda, 70 en fotografía, 60 en la especialidad de talla en piedra, 40 en la especialidad de cerámica, 15 en la de esmaltes y 40 titulados en diseño gráfico.

Nuestro entorno socioeconómico, la Vega Baja del Segura, zona en constante crecimiento turístico y, por tanto, de la construcción, demanda constantemente y en progresión creciente, la incorporación de nuevos profesionales que cubran las necesidades de su espectacular desarrollo, por lo que nuestro alumnado se integra de forma casi inmediata al tejido profesional de la zona. Ojalá tengan todos mucha suerte y lleguen a ser grandes profesionales y nos ayuden a ser un poco más felices.